CRÓNICA || UD LAS PALMAS - RECREATIVO DE HUELVA [3-0]



Cómoda victoria de la UD Las Palmas con una alineación plagada de novedades. Los jugadores menos habituales del conjunto amarillo vencieron y convencieron ante el equipo colista que poco pudo hacer ante el ánimo del equipo local. Por encima de todos emergió la figura de Jonathan Viera, calidad y magia para creer que todo es posible.

Aunque por objetivos antagónicos, la grancanarios y onubenses llegaban al partido albergando esperanzas similares, en caso de victoria los primeros podrían seguir soñando con el ascenso directo y la quimérica salvación en el caso de los segundos. Si llegadas a estas alturas del campeonato tanto uno como otros se encuentran en esta situación, no hay duda que es por deméritos propios, 42 jornadas son muchas jornadas para la mala suerte, los errores arbitrales y los aciertos rivales condenen a cualquier equipo. La calidad del conjunto amarillo definió el partido ante un rival inferior en calidad y atenazado por tener el abismo a su espalda. 

Hasta seis novedades presentó Paco Herrera en el once titular, novedades que aportaron un plus que necesitaba el equipo desde hacía jornadas. Novedades que sumadas a la plena recuperación de Jonathan Viera, llevaron en volandas al equipo a la victoria. Buenas sensaciones las que dejó el conjunto grancanario aunque todas las conclusiones tienen que ser comedidas por la resistencia que ofreció un colista que claudicó temprano.

El capitán un cerrojo atrás.  Foto: ©UDLasPalmas.es
Nombres propios como Raúl Lizoaín, Asdrúbal, Vicente Gómez, Roque Mesa, David García, Jesús Valentín (que entraría en la 2ª parte por un lesionado Aythami Artiles), cumplieron el expediente con notable. Bajo el arco, y con la sombra de la duda para un sector de la grada Lizoaín mostró sus credenciales para optar a la titularidad  cuando Casto regrese de su lesión. A pesar de alguna salida a destiempo, el arquero realizó dos grandes paradas de méritos en las pocas ocasiones que el Recre se atrevió a asomarse al balcón de su área. 

David García, eterno capitán, mostró mantenerse en un gran nivel de juego, seguro atrás, atento en la anticipación y expeditivo al corte, echó el cerrojo primero con Aythami y luego con Jesús Valentín. El tinerfeño mostró nuevamente que está más que preparado para ser titular en este conjunto, y si no lo es es porque aún que le queda mucho vidrio que mascar con tanto nombre por delante. En la medular tanto Roque, un tanto acelerado, como Vicente dieron otra cara más vertical, menos contemplativa a una sala de máquinas que en anteriores jornadas se mostraba "gripada". Precisamente el nº4 amarillo se reivindicó con un gol marca de la casa: infiltrado en las filas enemigas y llegada desde la segunda línea. 

Celebración del gol de Jonathan Viera. Foto: ©UDLasPalmas.es
Pero si hay un nombre propio que emerge por encima del resto ese, sin duda, es el de Jonathan Viera. En su fútbol pivotó todo el ataque amarillo, en su mente se delinearon las jugadas de ataque, en la magia de sus botas se gestaron los "oooooh" de las gradas. Arquitecto e ingeniero,  goleador y asistente, director y obrero, todo a la vez en su menudo cuerpo. Hambriento de fútbol, sediento de gloria, se echó el equipo a su espalda y puso rumbo a la victoria en busca de la redención de los suyos y de la suya propia. Lleva meses entre nosotros, llegó cuando quizás no se le necesitaba, pero ahora aparece cuando la luz languidece, un flujo de aire para avivar las llamas del Ave Fénix que se pretende. 

Se llegó al descanso con una victoria que se antojaba corta tras anotar Viera al aprovecharse del rechace en una jugada gestada en sus botas y del tanto de Vicente Gómez gracias a una asistencia telegrafiada por el nº20 amarillo. Tras el descanso la UD Las Palmas gestionó el tempo del partido, realizando descansos activos sobre el terreno de juego y midiendo los esfuerzos, tras anotar Ángel López uno de esos goles que tanto le gustan marcar los extremos: hendir el área desde su banda superando rivales para cruzar el tiro al palo que se deja atrás. 

Raúl regresó al arco en Liga tras la lesión de Casto. Foto: ©UDLasPalmas.es
Tras el 3-0, relajación y contemporización. Tan sólo entonces el Recre intentó enmascarar la goleada, pero ahí emergió la figura de Raúl Lizoaín para ahogar las esperanzas del Decano. Tuvieron tiempo Asdrúbal, todo verticalidad y pundonor (muy buen partido el suyo) y Héctor Figueroa (ovacionado) de aumentar la distancias, pero ya no se movería el marcador. 

En estos momentos tras el empate del Girona, la UD se encuentra a 6 puntos de la 2ª plaza. Ahora el martes toca visitar al Osasuna para la 2ª parada de una semana de nueve puntos. 
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