LOS COLOSOS DEL GRAN CANARIA


En temporadas pretéritas pese a contar con uno de los mejores porteros de la categoría como Barbosa o de centrales que apuntaban alto, como Jeison Murillo o Deivid, la UD Las Palmas no dejaba de ser uno de los equipos más goleados de la categoría. Para ganar los encuentros había que anotar varios goles sometidos a la triste rutina de la valla vencida.

Paco Herrera ha apuntalado una defensa que, bisoña con Lobera, temeraria con Jémez o insuficiente con Juan Manuel Rodríguez, era la primera china en el zapato de la Unión Deportiva. La intensidad que exige el preparador catalán a sus jugadores en todas las acciones, el nivel de tensión competitiva que imprime al equipo más el entramado táctico han logrado que el conjunto amarillo sea una roca. Olvidada queda ya la endeblez defensiva que suponía un lastre casi insalvable y que opacaba el trabajo excelente de jugadores como Javi Castellano y parecía jubilar por adelantado a otros como David García y Aythami Artiles

El Capitán vuelve a rendir a una nivel muy  alto, todo un cerrojo. Foto: ©LaProvincia.es
Son precisamente los dos centrales sureños los únicos que en la zona defensiva no dan pie a discusión posible sobre su titularidad. Su rendimiento está resultando excelente, dejando sin argumentos a sus más acérrimos detractores (que los hay, y muchos) y sorprendiendo a sus más fieles acólitos. Para Herrera Aythami y David García son lo que para Copérnico el eje terrestre, sobre ambos gira todo el entramado defensivo amarillo. Ha habido debates y cambios en los laterales y bajo el arco, pero los dos colosos del pórtico son inamovibles, son para la pradera del Gran Canaria lo que las megalíticas estatuas de Mennon a la necrópolis de Luxor en Egipto, proyectan una sombra que acongoja al rival.

Discutidos antaño, vejados y repudiados por torpes y  lentos, parecen haber bebido de la fuente de la eterna juventud. Si bien no han ganado velocidad, siempre encuentran el don de la ubicuidad, su experiencia les facilita la lectura correcta de la jugada y facilita su anticipación. Su bajo ratio de cartulinas amarillas habla de concentración y exquisito trabajo defensivo, pero cuando tienen que ser contundentes lo son.

David García ha disputado todos los encuentros ligueros con la totalidad de sus minutos (893) y sólo le han mostrado tres amarillas. El de Maspalomas está mostrando un nivel de juego que no alcanzaba desde hacía muchas temporadas, alejado de la dualidad central-lateral derecho a la que se veía sometido con anterioridad, totalmente asentado en su posición natural, su voz áspera y la cinta de capitán le otorga un status de comandante sobre el terreno de juego que no permite la relajación en sus compañeros. Discurso de calado de la voz totémica del vestuario con el alma y corazón forjados en la precariedad defensiva.

Aythami Artiles celebra su gol ante la Llagostera. Foto:  ©UDLasPalmas.es
Por su parte, Aythami Artiles ha dado su particular golpe en la mesa mostrando su mejor nivel, aquel que se le proyectaba en sus comienzos y que tan sólo mostraba en señaladas tardes. Desterrada la imagen de grieta en el acorazado amarillo, el jugador de Arguineguín ha aumentado en rendimiento aprovechándose de su impronta física y del bagaje acumulado para minar su parcela. Técnicamente sobresaliente en tareas defensivas, sólo una cartulina amarilla arroja su estadística personal, stopper de etiqueta negra para la defensa de Herrera. Importante en las jugadas a balón parado, se muestra como un imponente ariete para tumbar la puerta rival. Titular en todos los encuentros ligueros, al igual que su pareja de baile, disfrutó además de unos minutos en Copa ante el Mallorca. 

Escoltados por delante por el imperial Javi Castellano y el titánico Hernán, han formado un cuadrado mágico, una zona oscura que aplaca los gritos de guerra de las tropas rivales que se aventuran por sus confines. En la recámara esperan su oportunidad tanto el joven valor Jesús como Marcelo Silva, este último llamado a ser titular cuando se anunció su fichaje.
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