LA CARA B II LAS PALMAS - NUMANCIA

Fútbol de primero,  oficio de segundo y de postre estrategia. La Unión Deportiva demostró ayer las dos vertientes que debe tener todo equipo que aspire a la gloria. Por un lado en la primera parte se empezaron a recuperar las buenas sensaciones que se habían diluido en los dos últimos partidos, viéndose a una Unión Deportiva que no sólo quería jugar al fútbol y tener el dominio del partido, sino que además lo consiguió durante buena parte del primer periodo, gracias a una clara mejoría en la circulación de la pelota y a que se no se dudo cuando era necesario en descargar por las bandas el juego de los amarillos. En la segunda parte la película cambió, tras la expulsión de Culio el Numancia intentó ir a por el empate, pero ahí fue cuando los jugadores tiraron de casta para luchar durante la media hora que le restaba al encuentro. No obstante, a pesar del esfuerzo de los amarillos los sorianos dispusieron de ocasiones claras, sobre todo a balón parado, pero Paco Herrera tiró de manual y supo leer perfectamente el partido con un oportuno cambio táctico que hizo que Ángel cambiara de la izquierda a la derecha y que Simón se situara de interior desahogando por su costado el juego de los locales.

Culio, a la tercera va la vencida. Dejando a un lado tanto el gol como la expulsión, el argentino hizo el mejor partido de los tres que ha disputado con la elástica amarilla. En los dos anteriores había aportado lucha, entrega y carácter en detrimento de la circulación de balón del equipo, ralentizando en exceso el juego. Hasta ayer a Culio se le notaba la falta de ritmo competitivo, lo que hacía que retuviera el balón más de la cuenta y no eligiera en ocasiones la mejor opción de pase. Sin embargo, contra el conjunto soriano fue otro cantar, de volante izquierdo dejó su banda para que Ángel subiera y le dio fluidez al juego de la Unión Deportiva, además de aportar musculo y recuperación de balón gracias a su entrega y maestría al meter el pie para robar el cuero.

Javi y Hernán, los héroes silenciosos vuelan alto. Aunque sea de sobra conocida la importancia de ambos en el equipo, siempre sobresalen más los goles de Araújo o las internadas de Simón, y por tanto no se suele destacar tanto como se debería el gran trabajo de equilibrio y contención de estos dos jugadores.  Salvo en días como ayer en los que la pareja de mediocentros además de cumplir con creces la tarea que Herrera les encomienda fueron trascendentales en labores ofensivas. El gemelo,  omnipresente como de costumbre, puso un magnifico centre para que Culio anotara el primer tanto del partido, mientras que el palmero vio recompensado su esfuerzo y sacrificio marcando el gol que tranquilizaba los últimos minutos del encuentro, justo después que Simón dejara boquiabierto al público del Gran Canaria con un caño para enmarcar.

Le han cogido la medida a Araújo. Contra el Numancia se volvió a confirmar lo que ya se estaba viendo en los últimos partidos, que los defensas contrarios han aprendido a cubrir al argentino. Anquela sabía que presionando en corto al diez amarillo conseguiría anular al mejor jugador del mes de septiembre, y así fue puesto que al chino apenas le llegaron balones y cuando esto ocurría su margen de maniobra era escaso, debido al férreo marcaje que le realizó la zaga numantina. Si ésta situación se perpetúa Paco Herrera tendrá que plantearse como hacer que  Araújo pueda seguir sacando a la luz su increíble potencial, quizá retrasar su posición unos metros sea una alternativa a tener en cuenta.

Nauzet Alemán sigue sin aparecer. Ayer el de las mesas desaprovechó la enésima oportunidad que se le brindó para que demostrara la calidad que atesora, obligándonos a narrarles a las nuevas generaciones las tardes de gloria que nos dio en su momento para que así puedan llegar a entender por qué Herrera sigue confiando en él. El extremo falló demasiados pases y a su imprecisión se le volvió a sumar otra buena actuación de Guzmán Casaseca, que con su habitual verticalidad y rapidez le dio otro aire al ataque de la Unión Deportiva. Es cierto que las cualidades del pacense lucen más cuando él a diferencia de la defensa contraria está fresco, pero su rendimiento y las desafortunadas actuaciones de Nauzet, Alcorcón mediante, hacen que cada vez sea más difícil defender la presencia de este último en el once.

Un arbitraje para olvidar. Es evidente que  el colegiado no estuvo acertado, pero hay que saber sobreponerse a los inconvenientes que aparecen en el camino y ayer el árbitro fue uno de ellos. Puso el listón muy alto, facilitando en ocasiones el duro juego numantino y no aplicando el mismo rasero para los jugadores amarillos. La segunda amarilla de Culio no tiene discusión alguna, pero sí otras muchas jugadas que colmaron la paciencia de los incondicionales de la Unión Deportiva, que ya desde hoy son 15.000, sin contar los que siguen desde el televisor o la distancia el devenir del equipo grancanario. Ha quedado demostrado, somos más.

Inversión de roles en la portería. Casto jugó la liga y Raúl la copa. En una semana con tres partidos, intuíamos que íbamos a poder ver con mayor nítidez las intenciones de Herrera respecto al portero titular, y así fue.  El catalán enseñó sus cartas, primero con timidez contra el Betis, justificando con el pasado verdiblanco de Casto su titularidad en el Villamarín, y después con contundencia haciendo que debutara en el Estadio Gran Canaria ante su afición. Todavía no se puede calificar con justicia su rendimiento en el terreno de juego, ya que el Numancia al igual  que el Betis no gozó de muchas ocasiones de peligro. Sin embargo, el meta extremeño volvió a mostrar seguridad en las pocas veces que tuvo contacto con el esférico. 
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