La UD no pudo seguir la estela de buen juego y gratas sensaciones que dejó el empate en Mestalla. Si en Valencia tuvieron espacio suficiente para desarrollar su juego, contra el Deportivo ni lo tuvo ni supieron crearlo. Amarga y merecida derrota que pudo ser mayor si no llega a ser por un inconmensurable Javi Varas.
Los pupilos de Víctor comenzaron el partido muy bien plantados y poniendo la línea de presión bastante arriba, lo que provocó un cortocircuito en la sala de máquinas local. No obstante, la primera jugada de peligro fue para Sergio Araujo, que se perdió en la maraña de piernas gallegas tras un providencial robo por bajo a un armario empotrado llamado Sidnei. Apunto estuvieron los blanquiazules de culminar la contra que propició esa misma jugada, pero Aythami Artiles frustró el ataque visitante. Sólo tres minutos más tarde llegó la primera jugada de elaboración por parte de los amarillos. La intentona acabó en un córner en el que El Chino hizo falta al realizar una chilena. Sin embargo, no tardaría Cani en adelantar al Deportivo gracias a un eléctrico cambio de ritmo de Lucas Pérez por la banda derecha deportivista.
Los pupilos de Víctor comenzaron el partido muy bien plantados y poniendo la línea de presión bastante arriba, lo que provocó un cortocircuito en la sala de máquinas local. No obstante, la primera jugada de peligro fue para Sergio Araujo, que se perdió en la maraña de piernas gallegas tras un providencial robo por bajo a un armario empotrado llamado Sidnei. Apunto estuvieron los blanquiazules de culminar la contra que propició esa misma jugada, pero Aythami Artiles frustró el ataque visitante. Sólo tres minutos más tarde llegó la primera jugada de elaboración por parte de los amarillos. La intentona acabó en un córner en el que El Chino hizo falta al realizar una chilena. Sin embargo, no tardaría Cani en adelantar al Deportivo gracias a un eléctrico cambio de ritmo de Lucas Pérez por la banda derecha deportivista.
Los gallegos se encontraron muy cómodos con el marcador a su favor, consiguiendo neutralizar el juego de toque de los amarillos, que no encontraban con tanta asiduidad a sus jugadores más habilidosos debido al gran trabajo táctico de un adversario que vasculaba magistralmente y respondía con solvencia y contundencia, en ocasiones demasiada. Mientras tanto la grada del Gran Canaria empezaba a caldearse y a cargar en contra de algunas controvertidas decisiones de Clos Gómez. Protestas que llegarían a su culmen en el minuto treinta y ocho, cuando sacó amarillo a Araujo por pedir penalti de Sidnei en una jugada que confirmaba -tras varias oportunidades fallidas- la mejoría de los amarillos. Sobre todo en las ocasiones en que Vicente y Dani Castellano se incorporaban al ataque, éste último el más activo de los de Setién en el primer tiempo. Aún así, poco faltó para que Bergantiños pusiera tierra de por medio justo antes del descanso, pero se topó primero con el palo y posteriormente con los reflejos felinos de Javi Varas.
La segunda parte de la contienda comenzó como concluyó la primera, con un equipo visitante muy enchufado y fiel a su sólido estilo. Los de Setién por su lado tampoco se quedaban cortos y empezaban a hilvanar jugadas con Momo y Tana como hilos conductores. El Depor empezaba a lamentar el esfuerzo físico derrochado anteriormente, concediendo más espacios y propiciando sucesivas oportunidades de unos amarillos que se hicieron por fin con la posesión y que empezaron a descargar el juego por la banda de David Simón. El dominio amarillo también tenía mucho que ver con la posición de Jonathan Viera, el cual empezó a dejarse ver por la medular con mayor asiduidad.
Sin embargo, a la UD seguía faltándole contundencia arriba y clarividencia en el último pase. Toda la que le sobraban a los gallegos, que siguieron buscando el segundo tanto en sus endemoniadas contras. La más clara, una oportunidad del vertical Lucas Pérez que volvía a frustrar un espléndido Javi Varas. El sevillano fue el mejor de los suyos y el culpable de que los amarillos se mantuvieran vivos hasta casi el final del partido, pues a falta de diez minutos volvía a desesperar a los visitantes. Poco aportaron unos desconcertantes cambios, sobre todo el de Culio. Ya en los últimos compases, poco le faltó a Araujo para poner el empate, pero se topó con Lux justo antes que Lucas hiciera el segundo a placer a pase de Fajr. Primera derrota de Setién en el Estadio de Gran Canaria y paso hacia atrás de una Unión Deportiva que, aunque mejoró en la segunda parte, no lo suficiente para contrarrestar la solidez de un rival muy incómodo que sabe a lo que juega y que fue justo vencedor.
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