Esta son las últimas líneas con las que hoy cerramos la previa del partido que hemos publicado esta misma tarde. Y son duras, directas y sin tapujos a la conciencia del aficionado. Es hora de movilizarse, de implicarse, de arremangarse y ensuciarse las manos, de dejarse la voz. Se acabó el tiempo de exigir, llegó la hora de dar.
La afición amarilla presume de ser fiel y entendida. De lo segundo jamás pondré en duda, va en nuestro ADN entender de fútbol con las riquezas de matices, casi infinitas, que éste posee más allá de las inclinaciones y gustos personales de cada individuo. Más lo primero, lo pongo en duda, muy en duda. La UD Las Palmas ha estado durante gran parte de la temporada luchando con el mínimo reducto fiel de aficionados que nunca la abandona. Llevamos casi una década sin encontrarnos en una situación similar, y la media de asistencia de público ronda los 10.000 aficionados. Una media sensiblemente superior al de la categoría, unas cifras que acostumbran semana tras semana a estar entre las mejores de la 2ª división. Pero por historia, por el auténtico calado del club en la sociedad grancanaria, y por potencial, se presumen insuficientes.
No me olvido que la situación socio-económica es un auténtico reto para una inmensa mayoría de familias, y ese drama es lo que verdaderamente importa, el fútbol queda en un segundo plano.
Dejando de lado aquellos que no sienten ni simpatía ni aprecio por el club, mi comentario es para aquellos que se identifican como aficionados amarillos y que pudiendo no asisten, poniendo por delante una larga lista de excusas, a cada cual más inverosímil o ridícula. Son aquellos que se niegan a pagar 0.89 céntimos por el Whatsapp pero le exigen un perfecto funcionamiento, aquellos que se vanaglorian de no pagar por un CD de música que ellos lo descargan, pero que pagan 1.50 por un tono musical, de aquellos que exigen ver a la UD Las Palmas en 1ª, pero que no quieren sufrir para lograrlo. De aquellos que dicen ser de un equipo de fútbol, de vivir la pasión de este deporte, pero que no pagan una entrada para asistir a un partido.
¿Alguien duda que este partido lo jugamos todos?
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2 comentarios
Click here for comentariosNo hay que olvidar y ponerlo en primer lugar que hay miles de aficionados amarillos que quisieran acudir pero los efectos devastadores de la grisis más gorda desde 1929 azotan España y Canarias. Segurísimo que esos miles de canarios, 391.000 parados si tuvieran un trabajo digno y una entrada de un sueldo serían los primeros en abonarse y acudir a ver a sus equipos del alma; pero desgraciadamente se ha priorizado por muchos primero el alimento,luz,agua,casa,alquileres e hipotecas,etc frente al ocio del futbol, y son los privilegiados que tienen alguna ayuda de desempleo, pero ya la mitad de parados no tienen esa ayuda, ni hay planes de empleo en marcha. Por otro lado el esfuerzo económico de UDLP en bajar entradas o regalar a sus abonados es una inversión para crear más apoyo y aliento amarillo que nos puede llevar a jugar en Primera. Porqué inversión porque jugar en Primera supone ganar 8 veces lo que en Segunda, esta inversión en precios actual se va a ver recompensada por 8 si logramos subir a Primera. Si UDLP ayuda ahora en esta situación tan difícil a sus aficionados con más problemas económicos, se verá recompensada con llenos de aquí al final y llevaremos en volandas a Primera a este equipo de todos. Arriba Dellos ¡¡¡ y #PaPrimera. @PaCucoAragones
ReplyEstimado amigo Pacuco Aragonés,
ReplyLa realidad económica es la que es, y nadie lo niega. Y es por eso que también la reflejo en mi columna.
El precio de las entradas puede parecer caro, pero realmente son de las más baratas de la categoría. No obstante, el club, por mucho tiempo, ha querido mantener una misma posición, acertada o no depende de cada uno, respecto a este asunto. Se ha querido premiar y proteger la fidelidad del abonado. No tiene sentido que requieras el esfuerzo inicial de unos, y luego premies a otros con unas entradas rebajadas de precio cuando las cosas van bien para crear ambiente. Es un tema complicado.
Es un desagravio comparativo premiar a los que han esperado a ver como iban las cosas con entradas más baratas, yo como abonado no me gustaría. A los que pudiendo, han querido subirse al carro ahora que tienen la certeza de que van a disfrutar, que paguen lo estipulado. Si realmente quieren y pueden animar lo harán.
Por otra parte, te agradezco tu inestimable aportación tanto vía blog, facebook y twitter.
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