La victoria en Barcelona ante el filial culé asentó a Las Palmas en los puestos de privilegio a tan sólo 3 puntos del liderato que ocupa el Deportivo de la Coruña. Pero el coste que ha tenido dicho victoria ha sido amplio a corto plazo y bastante lesivo a medio plazo para los intereses del equipo amarillo.
La lesión de David García, una microrotura en el bíceps femoral, le aparta de los terrenos de juego por un espacio que puede oscilar entre un cuatro y seis semanas de baja. Por tanto, hasta después del parón navideño no se reincorporará a la dinámica del primer equipo el central. Las lesiones, siempre molestas e inoportunas, lo son aún más para el capitán amarillo que estaba disfrutando de una segunda juventud rindiendo a un nivel notable. Si a este contratiempo se le suma la roja de Aythami Artiles que cumplirá sanción este mismo fin de semana ha dejado en cuadro el eje de la defensa. Así, probablemente, Sergio Lobera optará por darle la titularidad a un poco habitual Galán, que deberá hacer olvidar las ausencias de las habituales parejas de baile de un sólido Deivid.
Más el mayor problema para el técnico amarillo será cubrir la ausencia de Apoño. Aunque los discursos oficiales desvíen la atención hacia lo amplio en calidad y cantidad de la plantilla con la disponibilidad de diferentes recursos para cubrir la ausencia del malagueño, es innegable que su ausencia provoca un descalabro en el esquema amarillo. Apoño es la columna maestra, el dintel de un grupo que sin su presencia tiende a la anarquía táctica, al empobrecimiento de su rendimiento. Su contratación supuso, a los efectos del club amarillo, como el fin de la búsqueda de un Santo Grial particular que desde la marcha del gallego Trashorras no se había podido satisfacer. Aunque comprensible, no se debe tener en cuenta los discursos oficiales que abogan por desdramatizar la ausencia del temperamental jugador. Es un jugador capital como las cifras demuestran para los intereses amarillos, pero sin él la UD debe demostrar su capacidad para seguir siendo candidata a todo. No obstante, un único jugador no debe ser el principal argumento de una aspiración tan grande, la UD deberá adaptarse a su forzada ausencia en seis partidos que no son ningún trámite.
La importancia de Apoño en el rendimiento amarillo. Datos cedidos por @octatrack |
Y Sergio Lobera, desde su arribo a la entidad de Pío XII, ha estado en un continuo proceso de adaptación, de evolución y supervivencia al medio. No es la primera ocasión desde la llegada de Apoño en que Las Palmas no cuenta con su presencia. El preparador aragonés cuenta con bastantes variantes para cubrir la ausencia, si bien ninguna de ellas aporta el temple, control y lectura de los encuentros que aporta el ex jugador del Zaragoza, sí que dispone de materia prima para imprimir distintos perfiles a la táctica y juego del equipo. Es posible que dependiendo de si el partido sea en el Gran Canaria o como visitante Las Palmas presente diferentes esquemas y nombres de inicio. Es obvio que jugando de local asume sin temor la obligación de ser protagonista del partido si su rival no se lo impide, aunque es probable que lejos de la isla mute a un equipo más temporizador, que de entrada sea menos protagonista y, como dice el propio Lobera, sea “tácticamente inteligente”. En resumidas cuentas, fuera del Gran Canaria la UD no se sonroja de jugar a la contra conocedora de la pegada que dispone y aprovechándose del alto nivel de su saga y el buen hacer de Mariano Barbosa.
Así, poniendo en práctica nuestra precarias artes adivinatorias visualizamos las siguientes posibilidades tácticas.
Continuista.
Quizás sea esta la táctica más previsible y que sin duda la gran mayoría de aficionados y medios afines estiman como la más probable.
Hernán entraría en el mediocentro acompañando a Vicente Gómez. Un doble pivote de cierto perfil defensivo, aunque se le presuponga a Hernán una mayor conducción de balón, los antecedentes con ambos sobre el terreno de juego evidencian que se solapan en funciones y que la creación no es fluida.
Esta alineación aseguraría el habitual 4-2-3-1 de esta temporada manteniendo a Valerón como eje canalizador de la vanguardia ofensiva. Asegurada la presencia en flanco izquierdo de Massoud, la banda derecha estaría en disputa entre Tana y un reivindicativo Nauzet. Aunque no habría que descartar tampoco a Asdrúbal, aunque su cuota de protagonismo haya descendido en las últimas jornadas. Es una propuesta válida para jugar tanto de local como de visitante.
Protagonista como local.
En este caso se retrasa a Juan Carlos Valerón a la posición de mediocentro para generar juego desde el eje central del campo. Liberado de toda tareas defensiva para no menguar su respuesta física, ese trabajo recaería sobre un Vicente Gómez que debería multiplicarse en dicha tarea.
No obstante la presencia de Masoud y Nauzet, generosos en el esfuerzo defensivo ayudarían a Vicente Gómez, aliviando la carga de éste último.
La media punta podría dejarse en manos de los canteranos Tana o Asdrúbal, ambos con un perfil parecido aunque con diferencias. Tana con mayor capacidad asociativa que Asdrúbal, aunque éste último es más generoso en las tareas de presión de la primera línea, incisivo y un auténtico dolor de muelas para los rivales con su movilidad y capacidad para infiltrarse entre líneas.
No se puede descartar el enroque de Masoud al puesto de mediapunta para facilitar su asociación en corto con Valerón, apurando así también su capacidad para el último pase facilitado por su visión de juego. Aunque en esta posición centrada no pueda dar tanto uso a su regate en corto ni desborde.
Nauzet como mediocentro.
El retorno de Nauzet al mediocentro acompañando a Vicente Gómez es otra posibilidad. Aunque el jugador de Las Mesas se encuentra cómodo en su posición natural, no haría ascos retornar al medio si así se aseguraría la presencia en el once titular.
La pasada temporada jugó prácticamente en el eje, cumpliendo gracias a su facilidad para asociarse, su temple, ejerciendo el liderazgo que se le presupone y con una alta entrega física, mostrando un compromiso innegable. Así, la temporada pasada fue el jugador con más tarjetas amarillas de la plantilla sin ser un jugador violento.
Esto facilitaría la creación de un triángulo Masoud-Valerón-Nauzet que aportaría una circulación del balón limpia y segura.
El flanco derecho quedaría para jugadores como Tana o Asdrúbal aprovechando su velocidad y verticalidad. Aunque otras opciones como Momo, Delev o incluso Tato no son del todo descartables.
Apuesta por la solidez.
Manteniendo el 4-2-3-1 esta sería una posibilidad para los partidos fuera de casa. En ella se busca el equilibrio, la contención y el despliegue físico sin estar reñido con la capacidad de creación y el último pase.
La presencia de dos pivotes de corte defensivo como Vicente, Hernán, y porque no, un hasta ahora casi inédito Javi Castellano, aportarían solidez al mediocampo amarillo. Que se vería reforzada por la generosidad en la marca y el despliegue de Nauzet y Masoud.
Valerón, liberado totalmente de tareas defensivas, debería ser centro neurálgico de las jugadas de ataque apoyándose en las bandas. Para esta táctica posiblemente un jugador de corte veloz en la punta (Delev o Asdrúbal por ejemplo) facilitaría el último pase y la apuesta por el contragolpe.
Aunque no se debería de descartar la presencia de jugadores más físicos como Chrisantus, Aranda o Máyor para desgastar a la zaga rival, que pivotando faciliten la llegada de la segunda línea con jugadores con capacidad para hacer gol como el iraní y el propio Nauzet.
Sin duda hay más opciones y posibilidades, pero hemos querido destacar las que creemos que son los cuatro esquemas más probables en sintonía con lo visto hasta ahora. Existe opciones que podríamos considerar como exóticas, como que se le otorgue la titularidad a jugadores habitualmente suplentes como Momo, Tato o Delev. Incluso el guiño al aficionado dando la alternativa a jugadores como Leo, Jose Artiles o Roque Mesa, auténticos protagonistas con Las Palmas Atlético, pero que creemos poco probable a no ser que haya una plaga de ausencias en el primer equipo.
Sólo el míster Lobera y su equipo técnico tienen la respuesta a estos enigmas, ellos son los que tienen la llave para estos acertijos. De la correcta elección depende que en estos 6 partidos (aunque tienen más importancia los cuatro ligueros), no sea ocurra un bache en el juego y, mucho más importante, en la suma de puntos que dificulten el objetivo del ascenso. Será la ocasión idónea para dar carpetazo de una vez al debate de la Apoñodependecia.
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