EL MISTERIOSO CASO DE CARLOS GUTIERREZ



No ha sido un verano fácil para el espigado central lagunero, que ha pasado de saborear las mieles del éxito con el filial amarillo en dos temporadas en las que consiguió el ascenso a Segunda B y la mejor clasificación histórica del filial en la categoría de bronce, a otros dos años en los que, primero conoció el sabor del ostracismo en el Leganés para, por último, ni siquiera conseguir un equipo que se fije en él para disputar la Liga Adelante.

Carlos Gutiérrez González - 4 de noviembre de 1991 - tenía una difícil decisión entre manos cuando, tras completar dos exitosas campañas a nivel individual en en su equipo natal de Tercera División - el C. D. Laguna - se le presentaron las ofertas de los filiales de los dos principales representativos canarios. Influenciado por la palabra que ya le había otorgado a Tonono, Carlos eligió cambiar de isla y pasar a formar parte de un filial que, históricamente, se ha caracterizado por servir de trampolín hacia el primer equipo. Era una apuesta arriesgada que, a corto plazo, le salió bastante bien.

En la vela chica Carlos, que siempre ha tenido como referencia a Sergio Ramos, compartió pareja de centrales el primer año con otro tinerfeño, Jesús Valentín. El resultado no pudo ser más óptimo y el equipo de Victor Afonso conseguía el ascenso a Segunda B tras superar en la eliminatoria final a los asturianos del Tuilla, siendo el tinerfeño, gracias a su colocación y buena salida del balón, titular indiscutible durante toda la campaña. Durante ese año fueron frecuentes las veces en las que Sergio Lobera contó con el lagunero para entrenar - e incluso ser convocado en algún partido - con la Unión Deportiva.


Carlos Gutierrez en su etapa en el filial. @estadiodeportivo.com
Al año siguiente, y ya en la nueva categoría, los chicos del filial dieron un salto de categoría importante y lograron el cuarto puesto en su primer año, logrando de esa manera una plaza para jugar los play-off de ascenso a la Liga Adelante. Otra vez Carlos tenía un papel fundamental en esa escuadra, lo que le valió para que su caché aumentara de manera exponencial. Esta progresión le valía para hacer la pre-temporada al año siguiente en el primer equipo con Paco Herrera junto a otros compañeros del filial. Sin embargo, a la hora de elegir, y contra todo pronóstico, el técnico catalán se decantaba en la posición de central por Jesús Valentín, que junto a Roque y David Simón, conseguían ficha del primer equipo, dejando a Carlos de mano de la secretaría técnica para buscarle una cesión en busca de minutos.

A finales de agosto de 2014, a la vez que el club le renovaba su contrato por dos años más, cedía a Gutiérrez por un año a un recién ascendido a  la Liga Adelante, el Leganés. El entrenador pepinero, Asier Garitano, a pesar de contar con él durante los tres primeros encuentros de liga, nunca le otorgó la confianza necesaria a Carlos para mostrar sus virtudes, permitiéndole participar únicamente en seis partidos más en toda la temporada. Lo que debería haberse convertido en el escaparate en el que corroborar su progresión y volver afianzado al club amarillo, resultó ser un retroceso en su carrera y un pesado estigma para la consecución de un equipo donde poder volver a disfrutar de minutos.

Carlos Gutiérrez se marcha cedido al CD Leganés
Carlos trabaja en pre-temporada en presencia de Asdrubal Padrón @udlaspalmas.es
En el presente curso, a pesar de hacer la pre-temporada con el equipo amarillo desde el primer momento, nunca se ha ganado la confianza de Herrera, que no tardó mucho en dar la orden de volver a buscar una cesión para el central lagunero, excluyéndolo del reparto de dorsales. Sin embargo, y a pesar de estar situado siempre en la rampa de salida, ha sido el único jugador de los declarados "transferibles" que no ha encontrado destino en este mercado de verano. Se comenta por parte del club que tanto el jugador como su entorno insistían en la pretensión de jugar en la categoría de plata, negándose a salir cedido a un club de Segunda B - como hizo, por ejemplo, su compañero José Artiles - ,lo cual bloqueó las negociaciones al no encontrar equipos interesados. 

La situación presente de Carlos - que en la actualidad no está entrenando hasta que mejore de unas molestias - es la de un jugador joven con calidad y ávido de minutos de juego que está entrenando con el equipo al que pertenece - por lo menos durante un año más - pero que, al no tener ficha, no tiene ninguna opción si quiera de entrar en una convocatoria. Con este escenario, el central tiene la potestad de denunciar al club basándose en la falta de ocupación efectiva - derecho este recogido en el Estatuto de los Trabajadores - , aunque es una opción que hasta ahora ha desestimado el jugador. 

Resultado lamentable para un culebrón que se alargó hasta el último minuto del cierre del mercado de fichajes y que, aparenta ser más el resultado de una lucha ridícula de intereses entre el club y el representante del jugador que un final deseado por las partes. Lamentable por no poder disfrutar en ningún equipo de las cualidades demostradas por el jugador en su etapa del filial y lamentable también por comprobar como, una vez más, la avaricia y el orgullo han vencido a la lógica y a la cordura. 

Con todo este escenario, las únicas opciones de Gutiérrez pasan porque algún club se interese por él ya que, al no tener ficha, se considera jugador libre y puede ser contratado por cualquier equipo aún cerrado el mercado de fichajes o que, en caso contrario, negocie alguna salida en el mercado de invierno. En cualquier caso, esperemos que la racionalidad se imponga en esta particular batalla con la altivez y el talludo defensa tinerfeño pueda volver a exhibir sus enormes habilidades en un equipo que le otorgue la confianza y los minutos que le han sido negados en este último año.

Foto de portada: @udlaspalmas.es











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