DAVID SIMON : LA ECLOSION DEL DOS




























Su aspecto sobre el terreno de juego con los pantalones alzados y la camiseta por dentro recuerdan a la imberbe bisoñez de los uniformes escolares, pero nada más lejos de la realidad para David Simón Rodríguez - Las Palmas G. C., 16 de diciembre de 1988 -, que ya ha dejado atrás su eterno proceso formativo y su condición de promesa para convertirse definitivamente en toda una realidad futbolística al servicio de la Unión Deportiva Las Palmas.

No ha transcurrido precisamente por un camino de rosas la carrera del defensa criado balompédicamente en el barrio capitalino de la Feria, donde jugó en el Barrio Atlántico - en el puesto de delantero - desde pre - benjamines hasta los 17 años. De allí pasó al Unión Viera - ya afincado en el puesto de lateral - durante una temporada para poder jugar en División de Honor juvenil, encontrándose en este último club con Mingo Oramas, que a la postre lo conduciría al filial amarillo. "Pelito Elegansia",como cariñosamente lo conoce un sector de la afición, llegaría en 2008 a la cadena de filiales de la Unión Deportiva, y allí comenzaría su particular cruzada para conseguir una promoción que no le llegaría hasta años más tarde. Tras un paso fugaz por la U. D. Vecindario en forma de cesión -y en la que vivió el descenso del club a tercera división-, Simón volvió a recalar en la vela chica en la temporada 2012-13 para proseguir en su lucha por alcanzar el primer equipo.

Tenía 23 años en ese momento y hubiera sido una edad ideal para empezar a contar en los planes de la Unión Deportiva, pero topó con un Sergio Lobera recientemente llegado al cargo y que, tras examinar las cualidades del canterano en pre-temporada, tomó la decisión - equivocada a la luz de los futuros resultados - que siguiera jugando con el filial de Víctor Afonso, donde conseguiría esa temporada el ascenso a Segunda B. Al año siguiente Lobera 
volvería a tomar la misma determinación con Simón, el cual volvería a recalar en la vela chica para conseguir la mejor clasificación de su historia en la categoría de bronce (4º) y jugar, incluso, los play -off de ascenso a la Liga Adelante. Saltaba a la vista que se trataba de una generación de jugadores extraordinarios a los que se le negaba repetidamente la oportunidad de aspirar a metas mayores.

Pero en 2014 la Unión Deportiva cambiaba de técnico y arribaba a la isla Paco Herrera que tenía, entre otras muchas cualidades, la de apostar por los jóvenes valores como había demostrado en su etapa en el Celta de Vigo. David Simón hacia la pre-temporada con 25 años ya cumplidos y, finalmente, era seleccionado para formar parte de la plantilla del primer equipo junto a Roque y a Jesús Valentín. Además, las lesiones de los dos laterales zurdos, Christian y Dani Castellano, propiciaron que el técnico catalán repartiera las bandas entre los dos laterales derechos, Angel y Simon, que aterrizaba, de este modo, directamente en el equipo titular. La suerte que tanto le había esquivado desde que se vistiera la elástica amarilla empezaba a sonreirle al bueno de Simón, que con sus buenas actuaciones demostró pronto a Herrera que no se había equivocado al depositar su confianza en él.

David Simón posa con las camisetas de los equipos  antes de jugar su primer derby profesional. Foto: @laprovincia.es
Al lateral canario - que aplicó a su situación la tranquilidad que le recetara su veterano compañero Juan Carlos Valerón - no le afectó en ningún momento el salto al fútbol profesional y, muestra de ello, es que fue seleccionado para el once ideal de la Liga Adelante del mes de septiembre, galardón que se volvería a repetir en el mes de enero y en el definitivo de final de temporada. Titular indiscutible para Herrera - participó en 41 partidos a lo largo de la temparada, 39 de titular -, Simón pudo demostrar al fin la verdadera dimensión de sus cualidades y, de paso, puso en tela de juicio las decisiones tomadas con su progresión a lo largo de su carrera. En un sólo año en la categoría, el canterano se había afianzado en el modelo actual de lateral derecho diesel con largo recorrido que todo entrenador quiere tener en su equipo. Con el ascenso logrado en los play-off, Simón refrendaba con el éxito colectivo todos sus éxitos a nivel individual y se aseguraba, de paso, su participación en la máxima categoría del fútbol español.

Sin embargo, las sombras del infortunio volverían a merodear la figura del lateral. Tras unas duras negociaciones previas al inicio liguero, el club amenazó firmemente con dejarlo sin ficha tras negarse a aceptar las condiciones propuestas por el club para su renovación. Sólo la mediación de Paco Herrera pudo desbloquear el asunto y conseguir que, finalmente, Simón pudiera formar parte del equipo del retorno de la Unión Deportiva a primera división. Este varapalo mermó las condiciones psicológicas del jugador en pre-temporada pero, una vez recuperado, no ha tardado más de tres partidos en demostrar que su nivel es el propio de la categoría en la que milita. Su excelso partido frente al Celta ha puesto en relieve de nuevo la esencialidad de su rol en el equipo y ha avivado el debate sobre la conveniencia de apostar con mayor celeridad por los valores que surjan de la prolífica cantera amarilla. 

Pero si algo ha caracterizado a Simón durante su carrera deportiva es el hecho de no ponerse nunca ningún techo. El es consciente de que su oportunidad ha llegado tarde, pero lejos de atormentarse con ello, la aprovecha con la misma vitalidad y energía que tenía aquel chaval de 18 años que triunfó en el Unión Viera. David Simón, que siempre ha dicho que sus éxitos se deben en gran medida al apoyo de su madre Asunción y de su abuelo Julián - ya fallecido -, lucha en cada entrenamiento y en cada partido por seguir creciendo desde la humildad y la madurez propia de su edad y es por ello que seguramente alcance todo aquello que se proponga porque su ambición, al igual que su físico, no tiene fin. 

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