LA UD LAS PALMAS CAE DERROTADA CON HONORES


De Anoeta al Vicente Calderón, 13 años de por medio para la UD Las Palmas desde aquel día, aquel partido que había sido un ejercicio de impotencia para un empate estéril que la condenaba al descenso. En su regreso a la máxima categoría, en casa del mejor Atlético de Madrid de las últimas décadas, ha vendido cara su derrota mirando a los ojos al gigante del Manzanares. 

El equipo que este verano ha invertido más dinero en el fútbol español para reforzarse, una suerte de multinacional futbolística que se disfraza de equipo modesto para asaltar las plazas del puente aéreo que une el Camp Nou con el Bernabéu, venció por la mínima a una pundonorosa Unión Deportiva Las Palmas que, tras quitarse el vértigo que provoca el aroma y los focos de la 1ª división, puso en apuros al conjunto colchonero. 

Dani Castellano intenta frenar a Griezmann. Foto: ©LFP.es
Una falta directa lanzada por Griezmann,  tras salir levemente desviada al rozar la barrera, sorprendió a contrapié a un más que correcto Raúl Lizoaín. Este fue el único gol que pudo cantar la fervorosa afición rojiblanca en una tarde en la que se esperaba una capitulación amarilla por aplastamiento. Comentó Paco Herrera en la rueda de prensa que había cosas que mejorar, detalles como regalar faltas innecesarias en la frontal de tu área ante un equipo que tiene francotiradores de platino, debería ser una de ellas. Quizás esa acción, y otra totalmente idéntica en la segunda parte, sean los únicos borrones de una defensa que cimentó la solidez de un conjunto amarillo que, según pasaba los minutos, se iban encontrando más cómodo. 


Oliver Torres, controla el balón ante la presión de Dani Castellano. Foto: ©LFP.es
Herrera planteó, acertadamente, el encuentro desde la solidez defensiva a sabiendas que le iba a limitar las opciones en ataque. El plan era contener el empuje y la intensidad colchonera con una defensa de cinco respaldada por un mediocampo de músculo con Javi Castellano y Hernán como principales referentes. El eje de la zaga con el triplete Alcaraz, Aythami y Pedro Bigas cuajaron un excepcional desempeño, el mallorquín a un nivel superior al resto de sus compañeros de línea. Con los carriles ocupados por David Simón y Dani Castellano buscó Herrera nivelar en acciones ofensivas la inferioridad numérica en la medular, no siempre lo consiguió, pero cuando sobretodo Simón se asomó al área local disfrutó de buenas variantes y opciones en el ataque. Precisamente el 2 amarillo tuvo una ocasión clarísima de empatar el encuentro al rematar al larguero un centro cuando se encontraba sólo en el segundo palo. 

El conjunto grancanario se mostraba gris cuando en varias fases del partido ganó la pelota y llevaba la iniciativa. Con desplazamientos lentos y horizontales, sin profundidad, facilitaba las tareas defensivas del equipo colchonero. Así Araujo y Viera vivieron un partido de hipoxia futbolística, poco asistidos y en el que tuvieron que fajarse demasiado con la pétrea defensa local para buscar el contacto con un cuero al que extrañaban en demasía. 


Vicente Gómez intenta frenar el avance dentro del área de Fernado Torres. Foto: ©LFP.es
El Atlético de Madrid jugó a rachas, en ocasiones también se le vieron las costuras, con toques de corneta al ataque que pecaban  más de fuego de artificios que de peligro real. A pesar de ello, disfrutó de varias ocasiones generadas en su mayoría por la sociedad Oliver-Griezmann, el francés fue el auténtico peligro para la zaga amarilla.

En el segundo periodo, Herrera decidió adelantar líneas y realizar cambios ofensivos dando entradas a Momo y Vicente Gómez. Y por ahí llegaron los mejores minutos de una Unión Deportiva que, si bien no enlazaba de forma fluida jugadas de ataque, si que generaba peligro a balón parado. Como una doble ocasión donde Oblak, que terminaría siendo la auténtica pesadilla para el representativo, salvó el empate que ya se cantaba entre los casi 500 aficionados amarillos presentes en el estadio.


Las ayudas eran necesarias para frenar el potencial rojiblanco. Foto: ©LFP.es
Entre los pitos ocasionales y la cara de disconformidad y alivio del Cholo Simeone llegó el final de un encuentro donde el Atleti demostró que está lejos de su mejor versión a pesar del arsenal que tiene disponible. Por parte amarilla, es una derrota de la que se obtienen muchas lecturas y prácticamente todas positivas tras una pretemporada que había generado muchas dudas. Se mostró como equipo fuerte atrássolidario en el esfuerzo y entre los compañeros, al que la faltó efectivos, mayor frescura y descaro en ataque. 

La UD Las Palmas ha debutado en la Liga subiendo una montaña digna del mejor Tour de France, y no han saltado los piñones. Motivos que aportan confianza para dentro de una semana enfrentarse en el remozado estadio de Gran Canaria ante el Levante. En casa, ante su afición, con un planteamiento más ofensivo ante un rival parejo, se debe de estrenar el casillero de puntos. 

Foto portada: ©LFP.es
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