Derrota de la UD Las Palmas en un partido carente de atractivo y con poco fútbol ante un rival excesivamente motivado y más rodado. La tensión de los clásicos hizo acto de presencia con una multitudinaria tangana tras diversos encontronazos durante el encuentro.
Los clásicos no dejan de serlo ni en los amistosos, con todo lo que conlleva enfrentarse al máximo rival aún en periodo estival. Hacer lecturas precipitadas de un encuentro amistoso son un grave error y más cuando la derrota puede escocer aún más por ser ante el vecino de la eterna disputa. Lo que no es equivocado es asumir que este partido era uno de los más exigentes, si no el que más, en toda la pretemporada amarilla por la identidad del rival ha llegado demasiado pronto en el calendario. La UD Las Palmas lleva poco más de dos semanas de preparación y en ella había disputado dos encuentros (espaciados entre sí por 11 días) ante rivales de un nivel muy inferior que fueron solventados con cómodas goleadas a medio gas.
Sabido era que el CD Tenerife de local ante su parroquia iba a imprimir al encuentro de una intensidad que iba a llevar al límite hasta ahora la excesiva calmada preparación amarilla. Y la UD sufrió ante un rival más rodado, mejor conjuntado que excesivos momentos hizo que se le vieran las costuras de un equipo que aún se encuentra lejos de su estado optimo e incompleto en sus efectivos.
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| Suso y Nauzet, sangre caliente sobre el césped del Heliodoro. Foto: ©DiariodeAvisos.es |
El encuentro comenzó con intensidad por ambas partes, con el conjunto grancanario a un buen nivel que mientras el físico (mermado por las horas de trabajo acumuladas y los desplazamientos) aguantó supo generar juego de forma fluida. El once de Paco Herrera presentaba algunas interesantes novedades como la vuelta de Raúl Lizoaín a la titularidad en el Heliodoro, Ofir Kriaf en la medular opositando para ser jugador amarillo de pleno derecho o Jesús Valentín jugando de lateral diestro en isla natal.
Respecto a Kriaf, el hebreo es un jugador que sometido a la presión de la evaluación continua no se complica y lo hace fácil, aunque deja destellos de una calidad que se le intuye, sirva el recorte en una baldosa tras ser asistido por Jonathan Viera para poder tener disparar con visibilidad en un chut que atajó Dani Hdez.
La primera manga del partido finalizó con una multitudinaria tangana como resultado de muchas fricciones y pequeños encontronazos que se fueron acumulando durante los primeros 45 minutos. La acción se desencadenó tras un rifi-rafe entre Moyano y Culio que el primero resolvió con una tremenda agresión sobre el argentino. A la gresca se sumaron ya el resto de jugadores con una participación activa de los más calientes entre los que destacaban Suso Santana y Aythami Artiles.
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| La tremenda tangana tuvo que ser resuelta hasta con ayuda de la Policía Nacional. Foto: ©AcfiPress |
Con esta lamentable imagen en las retinas se llegaba al descanso con el resultado de cero tarjetas mostradas por el árbitro tras el incidente. La demostración que para el Tenerife era un partido importante es que tras la salida de los vestuarios, Raúl Agné mantuvo el mismo equipo titular, mientras que Herrera volvió a agitar la coctelera para realizar varios cambios que mejoran el descendente juego de su equipo y calmaran las aguas tras la agitada la primera parte.
Pocas conclusiones pudo secar el técnico catalán pues, si bien los cambios en su faceta ofensiva mejoraron la verticalidad del equipo su dominio del balón no se traducía en el marcador. La intensidad y las entradas excesivamente duras para un bolo veraniego seguían siendo marca de la casa chicharrera (Asdrúbal sufrió en sus carnes las caricias de Germán). Para poco a poco bajar el ritmo de un encuentro en el que parecían que ambas partes firmaban un empate, no obstante el canterano blanquiazul Nadjib se aprovechó de un grosero error de Jesús Valentín y David García para marcar el único tanto del encuentro tras salvar la entrada de Javi Varas en el último minuto.
Las lecturas de este encuentro son negativas, si bien son en plena pretemporada, muestran las carencias de un equipo que aún se encuentra muy verde en su preparación física y táctica como corto de efectivos.
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