LA CARA B ‖ ZARAGOZA - UD LAS PALMAS


Lo mismo que en Zorrilla, pero con fallos atrás. La Unión Deportiva comenzó la final al igual que empezó los play off, con un dominio claro y absoluto que materializó en un tanto, esta vez de Viera, con un eficaz remate de fútbol sala tras una habilidosa asistencia de Simón al primer toque. Volvíamos a tener todo a favor, tal y como sucedió en Pucela, pero la diferencia fue que esta vez no se supo gestionar el resultado. No es tan raro en el fútbol contemporáneo, ganas el partido en un tercio y lo mantienes en los dos restantes. Esto debería ser suficiente teniendo en cuenta el perfil y el rendimiento individual de los tres componentes  del medio del campo. Sin embargo, los de Herrera volvieron a aflojar tras verse con un resultado a favor. Todavía no se sabe si es por falta de confianza o por exceso de la misma, pero volvió a pasar, con un gol a favor concedimos metros en las marcas, y eso es lo que ha condenado a la Unión Deportiva de este año. La intensidad ha sido nuestra razón de ser, pero no le hemos sido tan fiel como deberíamos. A falta de ésta, concedemos mucho espacio al contrario, como sucedió en el primer gol maño, la pasividad para dejar a Pedro campar a sus anchas solo fue comparable a la tranquilidad con la que Rico remató a placer. 

Con poco nos volvieron a hacer mucho. Volvió a suceder, no servía de nada el dominio, las sensaciones y el gol a favor. Volvimos a reflejar lo que nos había condenado en liga durante el último tramo: la fragilidad en defensa. Que sea gol o no lo sea sólo depende de un detalle o de la concatenación de estos, pero la sensación siempre es la misma: nos cuesta la vida marcar y muy poco que nos marquen. No obstante, aguantamos el temporal hasta el descanso, por lo que se esperaba ver otra película al salir de vestuarios. Nada más lejos de la realidad, volvimos a pecar atrás, dándose el fallo en cadena que lo precipitó todo. El segundo gol fue sin duda lo que hundió al equipo en su desdicha, no sólo por el hecho sino también por la forma. Primero Aythami erra al no entrar y tampoco tapar centre, después David García falla en el despeje para que Lizoain diera la razón a sus detractores más tenaces sobre su inseguridad en las salidas. Es algo que en mayor o menor medida es cierto, y que se le reprochaba a Barbosa en sus primeros años de amarillo. En esas situaciones, si sales el balón es tuyo, eso lo sabe todo el que ha jugado al fútbol con asiduidad, pero en el fútbol profesional pesan otros factores que no siempre son fáciles de llevar. Todo parece muy fácil desde la barrera.

Con el 2-1, nos faltó paciencia y nos sobraron ganas. Perdiendo por un tanto, los de Herrera se volcaron al ataque con tanta fe como argumentos. Quizás demasiados, porque éso hizo que se les olvidara que la final era a dos partidos. Dominamos, pero de una forma alocada, dando vida a un equipo que sólo la tiene cuando juega a la contra. De esta forma, se volatizaba el gran primer tiempo de Roque, la magia de Viera o el saber hacer de Culio. En definitiva, tuvimos demasiada prisas y quisimos ir a por el 2-2 a toda costa, sin pensar que por calidad lo ibamos a encontrar tarde o temprano si no nos obcecábamos. Pero se descuidaron las marcas, a pesar de tener a tres mediocentros de corte defensivo. El problema no era sólo que fuéramos a machete a por el partido, sino que no teníamos las piezas adecuadas para ejecutar esa jugada. Faltaba criterio con el balón (Valerón) y físico en la presión arriba (Asdrúbal), que poco pudieron hacer en media hora y quince minutos respectivamente. 


Funcionamos mejor cuando nos dan por perdido. Analizado el partido, cosa distinta es la eliminatoria. Donde lo cierto es, que que quién tiene un gol fuera tiene un tesoro, atenuado por tres en contra, pero un tesoro al fin y al cabo, sólo hay que sacarlo a relucir. Esto sería un problema si no hubiera artillería suficiente para realizar dos tantos, pero lo cierto es que viendo el rendimiento de Roque, el coraje de Simón, la magia de Viera o los 24 goles de Araújo, nos sobran motivos para pensar que sí es posible concluir la redención del 22-J consiguiendo El sueño de todos. Sigue estando en nuestra mano. Tan cerca y a la vez tan lejos. Tan díficil como creer en nosotros mismos y tan fácil como marcar un gol a la media hora. Es hora de Ser Más de una vez por todas. Porque va en nuestro ADN, somos así, nos abruma la presión, pero resurgimos cuando osan quitarnos nuestra verdad. Y lo cierto es que el destino nos debe una, pero éste sólo te paga si vas a cobrarla. La suerte te ayuda a arrancar, pero esto no sirve de nada si no le echas suficiente gasolina al coche. La gasolina es la fe que debe tener todo el que acuda al estadio. Desde hace casi un año llevamos atravesando el arduo camino de la redención. Hace casi un año que la fiesta de unos pocos aguó la de muchos. Esta es la forma más lógica de cerrar el circulo, o al menos la más poética. Si lo que parecía una fiesta acabó en tragedia, lo que debe ser una batalla tiene que concluir en gesta. En subir con la pastilla bajo la lengua ¿quién se apunta?

Foto portada: Carlos Díaz Recio ©udlaspalmas.es

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