Empate con sabor a derrota el obtenido por la UD Las Palmas ante el Real Mallorca, un punto insípido tras saborear la victoria efímera con un 2-0 merecido que poco duró tras la rápida respuesta visitante para recortar distancias. En un ambiente rodeado de la ilusión de las fiestas Navideñas, la UD fue incapaz de ofrecer su regalo en forma de victoria a su parroquia que en más de 10.000 fieles se citaron en el Estadio de Gran Canaria. En un partido que fue de más a menos, la UD mostró todas las versiones posibles que es capaz de atesorar: un equipo ágil, vertiginoso y con pegada que no perdona al rival, y otro más plomizo, temeroso, incapaz de generar buen fútbol que queda a merced del contrario.
Once Titular ante el Mallorca. ©Canarias7.es |
La primera parte del encuentro la UD Las Palmas se movía al antojo de Apoño que, como si fuera una incorporación del mercado de invernal, dotó al equipo del ritmo y la intensidad perdidos. Por momento la UD elaboraba jugadas buen fútbol mezclando verticalidad y asociación que sumadas a la calidad individual de algunos de sus hombres clave llenaban de gozo al aficionado amarillo. Así, en el minuto 22, el iraní Masoud se puso el frac para definir con exquisita calidad una asistencia de Aranda trasladando el balón al ángulo contrario de su vértice, un gol de auténtico crack. Aunque en tres cuartos de cancha la UD se mostraba prolija y excelsa, sufría en las cercanías a su portería con un claro damnificado: Aythami Artiles. El central de Arguinegüin, desacertado en la varias jugadas, fue la diana de las quejas y pitos del respetable. Si bien comenzada la segunda mitad, una incorporación al ataque de éste, asociándose con Aranda, le sirvió para marcar un gol de auténtico nueve que le sirvió de forma redentora para reconciliarse de nuevo con el graderío del Gran Canaria.
Poco duró la alegría, ya que la siguiente jugada Alfaro recortó distancias en un tiro prácticamente desde la frontal ante una pasiva defensa local. A partir de este momento el ánimo y la confianza amarilla cambiaron de balanza pasándose del lado bermellón. Los de Jose Luis Oltra vieron como real la posibilidad de obtener un buen resultado, mejoran sus prestaciones con cada cambio táctico y de jugador. Esos variantes introducidas consiguieron su objetivo cuando en el minuto 69 Alex Moreno lograba empatar el encuentro tras un otro desastre defensivo en cadena de la zaga amarilla. Todo lo contrario de una UD atenazada por el temor, por un ataque de vértigo, de miedo a defraudar, de volver a fallar que hizo que las botas les pesaran como si fueran plomo. Ayudó a ello también las decisiones tomadas desde el área técnica amarilla, con una inmovilidad táctica y cambios de cromos a destiempo y algunos de ellos incomprensibles. La incredulidad que generó el doble cambio en el minuto 87 para dar entrada a Asdrúbal y Javi Castellano por Vicente y Apoño respectivamente generó una ola de indignación a propios y extraños. Llamativa fue la reacción del mediocampista malagueño nada más llegar al banco, imágenes captadas por la TV que no escaparon a nadie. Unos cambios que llegaron tarde a pesar de la llamada a la épica que desgraciadamente se está convirtiendo en norma en cada partido como local, en uno de esos arreones, superando el temor y la fatiga física evidente, se cometió un penal sobre Asdrúbal, otra vez él como revulsivo, que el árbitro no castigó siendo evidente en las repeticiones la clara infracción. Ésta última jugada no debe ser explicación de un empate ante una irregular UD Las Palmas, que fue incapaz de manejar los tiempos de un partido que tenía más que ganado.
Acción defensiva de la UD. ©Lfp.es |
A continuación les facilitamos el resumen de Canal Plus y la galería fotográfica de los diferentes medios de prensa.
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