ANÁLISIS || Una peor UD necesita mejorar en un entorno más hostil.


La UD Las Palmas ha llegado al ecuador de la competición con una sensación agridulce ya que, si bien no se ha perdido ninguna opción a cumplir los objetivos, si que es cierto que el equipo clasificatoriamente no se encuentra donde se estimaba. Séptimos igualados a puntos con el Numancia, (con mejor goal average particular) que ocupa la última plaza de Play Off , no es el salto competitivo que se esperaba de una plantilla conformada por algunos jugadores que son auténtico lujo para la división de plata. En esta 2ª temporada con Sergio Lobera al frente son inevitables las comparaciones con el curso anterior, espejo idóneo para comparar rendimientos y sensaciones. Con sus luces y sus sombras, y  a pesar de los profundos cambios sufridos en la plantilla, es el baremo comparativo del equipo. Se reconoce que todas las comparaciones son odiosas, pero algunas arrojan datos curiosos.

La temporada pasada, la campaña del #Loberismo efervescente, donde se cumplió a duras penas alcanzar el objetivo del Play Off, la UD finalizaba la primera vuelta ocupando la última plaza de Promoción con 33 puntos, dos más que los que tiene hoy el equipo de Lobera. Si bien las distancias con sus rivales eran bien diferentes. Entonces, el ascenso directo se encontraba a cinco puntos y el liderato a una sideral distancia de 16. A día de hoy el ascenso directo se encuentra a dos exiguos puntos y el líder que es nuestro próximo rival a tan sólo cinco.  Entonces, como ahora, el equipo amarillo tenía tras de sí un extenso pelotón de perseguidores a escasos puntos de distancia que le encimaban. La temporada pasada se hablaba de una competición muy partida, o sectorizada, la lucha por el ascenso y por abajo la del descenso, pocos clubes se quedaban  en tierra de nadie presas del aburrimiento. Este año, la referencia con el descenso es un signo inequívoco de la igualdad en la competición, la distancia del conjunto de Lobera con respecto a la zona de peligro es de tan sólo 6 puntos frente a los 13 de entonces. Para algunos clubes la clasificación ha dado un vuelco por completo, el Alcorcón era el 4º clasificado por arriba y hoy es el 4º por la cola. De un año a otro algo ha cambiado en la Liga Adelante. Nadie se pone de acuerdo, algunos ven la igualdad como una mejora de la competitividad y otros la entienden como un signo de pérdida de calidad, de una competición más vulgar.

HACER CLICK PARA VER EN GRANDE.
Pero algo también ha cambiado en la UD Las Palmas. Lo que esta campaña fue conocido como un Diciembre funesto con cuatro derrotas, el año pasado formó parte de la inercia ganadora que surgió en el ya mítico partido de Copa ante el Racing de Santander. Aquella fue la racha que cimentó las opciones del equipo para lograr el objetivo trazado al principio de campaña y que con dificultades salvó las caídas del equipo que sucedieron después en las visitas a Soria, Lugo, Alcorcón o Córdoba entre otros.  La igualdad de la competición esta temporada ha ofrecido a Las Palmas la oportunidad de seguir en la pelea a  pesar de tan sólo obtener 5 puntos de 21 posibles en los últimos siete partidos. Otros años, en condiciones normales, este guarismo hubiese sido fatal para cualquier aspiración.

Aythami Artiles.
La comparativa arroja otro dato significativo que explica de alguna forma el rendimiento que sufre el equipo de Lobera actualmente. Entonces, como ahora, la diferencia de goles era positiva por poco: +1 frente al +2 de la temporada pasada. Si bien las cifras son bien distintas: el nº de goles encajados ha sido reducido en siete (29 por 22 actualmente) y ello ha pesar de perder un jugador como Jeison Murillo, baluarte defensivo y uno de los grandes descubrimientos de la pasada temporada. Aquel equipo se apuntaló con un reconvertido Dani Castellano en el lateral zurdo más Deivid de pareja de baile del colombiano con la alternancia de Pignol y David García en el lateral diestro. Hasta la irrupción de Atouba, finalizando la temporada, esa era ,junto con Barbosa bajo el arco, la defensa tipo de la UD Las Palmas. Esta año, la zaga amarilla está siendo una de las líneas más polémicas con Aythami Artiles como eje de las quejas del aficionado por sus reincidentes pifias. El lateral zurdo no tiene un dueño definitivo tras las lesiones de Atouba, la irregularidad de Castillo y el correcto desempeño de su actual dueño Dani Castellano. En el eje, un rejuvenecido David García pelea en iguales condiciones con Aythami Artiles para acompañar a Deivid. El lateral diestro es ocupado, salvo lesión o sanción mediante, por un irregular Ángel López que sin prácticamente competencia es dueño único de dicha plaza.  Y a pesar de estar en el punto de mira el entramado defensivo funciona mucho mejor.

Vitolo: Goles, velocidad y calidad.
Lo que echa en falta la UD.
Respecto a las cifras goleadoras, ya hemos realizado varios análisis respectos a la carencia anotadora de UD Las Palmas que pueden leer aquí o aquí.  En este aspecto, y a pesar que tras las bajas de Vitolo, Thievy y Javi Castellano, el club realizó un esfuerzo fichando a tres delanteros (Máyor, Delev y Aranda) y reforzando la primera plantilla con jugadores del filial con proyección ofensiva como lo son Tana y Asdrúbal, el equipo adolece de gol. Ninguna de las incorporaciones ha sido capaz de aguantar la comparativa, siendo las cifras ciertamente desoladoras. Así,  Chrisantus es el hombre gol esta temporada con 8 tantos (7 en liga, 1 en copa) frente a los 7, 8, 7 y 6 de Thievy, Vitolo, Javi Guerrero y el propio Chrisantus respectivamente de la pasada campaña. La suma de goles que han aportado Asdrúbal (2), Aranda (1), Delev (0) y Máyor (1) se quedan en una pírrica cifra de cuatro goles, que arroja un déficit comparativo de -18 con los jugadores que conformaban la línea ofensiva la pasada campaña y no continúan en la disciplina amarilla. Ahí radica uno de los serios problemas de la UD Las Palmas, ha pasado de un ratio goleador de 1,5 goles/ partido a 1,1. Y aunque los decimales pueden parecer valores poco estimables, arroja una realidad irrefutable cuando se analiza que hay centrocampistas como Valerón, Nauzet o Masoud que han anotado más goles que todo la delantera amarilla a excepción de Chrisantus.

El mercado invernal 2013 trajo a la UD dos refuerzos para la delantera, el polivalente Tato que llegó a anotar cinco goles en 19 partidos (uno tan sólo esta temporada en Copa) y el fiasco recordado como Andy Pando que venía avalado por buenas cifras goleadoras desde Perú.  Desde hace meses se estima la contratación de un hombre gol para el mercado invernal que ya está en curso, pero entre las numantinas condiciones que aplica la entidad amarilla para contratar y lo caro que está el kilo de gol en el mercado futbolístico, no se atisba aún una contratación cercana a dos semanas del cierre del mercado invernal.

Sergio Lobera, dando instrucciones.
Esto en lo que a cifras se corresponde pero hay otro análisis posible, más etéreo, metafísico si quieren, que es el de la idea de juego. El año pasado se mutó de un 4-3-3 ofensivo a un contragolpeador  4-4-2, si bien siempre intentaba ser respetuoso con el balón. La velocidad de hombres como Thievy o Vitolo eran la punta de lanza de un ataque que en ocasiones abusaba del juego vertiginoso de éstos para imponerse al rival. Este año, a pesar de contar con jugadores de mayor talento y experiencia en la zona media como lo son Nauzet, Apoño, Valerón o Masoud, el equipo muestra una vergonzante incapacidad para elaborar juego más allá de la inspiración de Masoud o Valerón, o del ritmo que marque la batuta de Apoño. Se ha buscado reforzar el equilibrio con un esquema táctico inamovible que es el 4-2-3-1, donde por norma se juega con un único delantero (Aranda es la preferencia de Lobera, pero las lesiones ha dando más protagonismo a Chrisantus) respaldado por una 2ª línea que presume de calidad, experiencia y llegada al área como suelen ser sus tres ocupantes habituales: Valerón, Masoud y Nauzet Alemán. Todo ello soportado por un doble pivote Apoño - Vicente Gómez que aportan seguridad y equilibrio más el criterio del malagueño para distribuir el balón en su fase inicial. Aunque sobre la pizarra todo suena celestial, sobre el verde tapete no se ha logrado implantar un estilo, una idea a pesar que se insiste en los discursos el deseo de ser protagonistas , se presume de vocación ofensiva  y el gusto por dar buen trato al balón. Ideas, discursos y mensajes que luego no se ven reflejados sobre el terreno de juego, a pesar de la calidad contratada, el juego no ha dado el salto cualitativo que se presuponía. 

Sí, hay fogonazos, chispazos, fases o tramos de partidos que la calidad aparece y se impone, pero no es norma, no es lo habitual. El juego de la UD es plomizo, gris, deslavazado, a veces peca de poca intensidad, se laxa, para a continuación ponerse en tensión cuando el equipo se ve contra las cuerdas. La UD no juega de forma proactiva, sino reactiva, no es protagonista realmente reacciona según el momento, volviéndose, intencionadamente o no, en un equipo cauteloso, especulador y engañoso de cara al espectador y el contrario. En ocasiones esa puesta de tahúr sale ganadora pero en muchas ocasiones deja en evidencia todas las carencias del equipo, no hay casi término medio posible. 

Nauzet, se lamenta.
Dicen que las notas se ponen al final de la temporada, pero ello no evita ver un claro “Necesita Mejorar” en la UD Las Palmas y Sergio Lobera. Si bien el equipo en este momento no está cumpliendo con las expectativas marcadas, es cierto que está a prácticamente nada de lograrlas e incluso mejorarlas. Para ello la UD Las Palmas tiene que comenzar por realizar una autocrítica sincera, no sirven las declaraciones como las de Aythami Artiles que tras empatar con el Mallorca despúes de ir ganando 2-0, declaraba que había sido uno de los mejores partidos de la temporada, por ejemplo. Y tras la autocrítica llega el esfuerzo y el trabajo a destajo para corregir los errores, mejorar las bajas prestaciones y apuntalar lo bueno que ya se tiene. Respecto a la plantilla, se antoja vital la contratación de un delantero, y si las condiciones económicas no permiten contratar un seguro de gol, habría que tener en cuenta la apuesta sincera y valerosa por un valor de la cantera como Héctor Figueroa, dándole minutos y confianza sin mermar su proyección.  

La realidad de la UD Las Palmas da cabida a sensaciones contrapuestas, ilusionarse o decepcionarse es un ejercicio de reflexión individual, quedarse con lo negativo o lo positivo una elección personal. En el caso de los profesionales, lo más inteligente sería abogar por reconocer lo negativo para identificar el problema, corregirlo y mejorar sabiendo que a pesar de todo lo que se ha fallado se está a pocos pasos del objetivo marcado.
Previous
Next Post »