Dèjá Vú, así se podría titular el encuentro al que se presentó la UD Las Palmas en el día de hoy, porque disputar, lo que se entiende por disputar, no lo hizo. Como en la temporada pasada, una serie de cambios tácticos y de jugadores dio como resultado que la UD mostrara nuevamente una imagen lamentable en el Anxo Carro que creíamos ya desterrada. Un equipo sin capacidad creativa, falto de ritmo, carente de alma, sin opciones de juego, sin variantes. Se podrá excusar al equipo amarillo en las abundantes bajas, pero sinceramente no debería ser esa condescendiente actitud la opción a elegir.
El partido fue un equívoco desde el mismo planteamiento inicial, ya en la previa avisábamos que la presencia de un doble pivote Javi Castellano y Vicente Gómez anunciaba un partido de guerrillas totalmente alejado de cualquier canto a la lírica. Esto hasta cierto punto puede ser asumible por como te condicionan las bajas, sobretodo la de un Apoño que en escasos tres encuentros se ha convertido en tótem para el conjunto amarillo. Lo que nadie tolera es la falta de actitud, si un grupo se prepara supuestamente para un duro partido tiene que mostrar el espíritu y la intensidad necesarias para aguantar las embestidas del rival.
Masoud pugna por un balón. ©La Voz de Galicia. |
Parece que los jugadores amarillos se contagiaron del excesivo respeto (¿quizás temor?) que emanaba la propuesta táctica y la alineación titular que propuso de inicio su técnico. El Lugo mostró todo lo que se espera de la UD: un equipo con actitud, que desea ser protagonista, que monopoliza la pelota, que tiene alternativas en el juego, capaces de jugar por dentro y por fuera, capaz de asociarse en corto y en largo, de forma más directa o más escalonada. Tácticamente serios, defensivamente impolutos, el Lugo no concede ocasiones, hay que realizar un gran trabajo para llegar a crearle serias ocasiones de gol. Pues todo lo contrario a lo que hemos señalado fue Las Palmas.
Xabi Castillo en disputa ©LFP |
Masoud, Máyor y Asdrúbal han sido casi tan inéditos en el encuentro como el portero gallego. Un equipo que reclama el ascenso como algo propio debe ser protagonista en todos y cada uno de sus encuentros, no parapetarse en su área a la espera del rival sin escudarse en ausencias, bajas, lesiones o cualquier otro condicionante. Las pocas veces que la pelota estaba su posesión, la UD era incapaz de generar fútbol. Masoud lo intentó yendo al centro buscando un socio en Juan Carlos Valerón, pero ciertamente el mago de Arguinegüín ha cuajado en el día de hoy un pésimo partido.
Tras los dos goles del Lugo, ambos de jugada con algunos fallos defensivos del equipo amarillo, Sergio Lobera reaccionó dando entrada a Momo por un desaparecido Javi Castellano. El mediocentro mostró públicamente su enfado al retirarse sin sentarse en la banca yendo directamente a los vestuarios. El gemelo cuajó un partido horrible, incapaz de contener y cortar las jugadas locales, fue una nulidad en el apoyo creativo. Momo tampoco mejoró excesivamente las prestaciones del juego amarillo, tímidas aproximaciones amarillas al área gallega sin prácticamente peligro que quedan en mera anécdota.
La 2ª parte del encuentro fue totalmente innecesaria, un mero acto protocolario donde los dos equipos saltan al terreno del juego a sabiendas que poco más cambiaría, y a pesar de ello llegó el gol postrero de Víctor Díaz para los gallegos. El cambio de Momo no aportó nada al juego amarillo que en algunos minutos era plano y en otros inexistente. Ante las carencias creativas se podría buscar unas variantes ofensivas más directas, buscar la verticalidad de Delev y Tana que junto con Asdrúbal elevarían mucho la intensidad amarilla, pero no fue así. Sergio Lobera no reaccionó tan rápido como cuando introdujo a Momo sobre el campo. Realizó un simple cambio de cromos ( Chrisantus por Máyor) que no aportó nada al equipo. Otorgó diez minutos a Delev que entró por un desaparecido y gris Valerón en busca de ese vértigo, pero quizás ya demasiado tarde, y aún así tuvo ocasión de que le anularan un gol legal.
Máyor fue titular hoy. ©La voz de Galicia |
Las Palmas regresa de tierras gallegas una vez más tras tirar por tierra el crédito que tanto le ha costado conseguir. Cualquier conclusión que se saque de este encuentro puede ser precipitada por las bajas que arrastraba la UD y ser algo puntual en una horquilla de últimos encuentros donde la UD mostró una clara mejoría. Pero los errores en el planteamiento, la falta de actitud y el paupérrimo desempeño de todos y cada uno de los jugadores están ahí, y no se pueden obviar. Sergio Lobera en la rueda de prensa tras el partido reconocía que "El Lugo ha sido el mejor, nos ha puesto los pies en la tierra, no hemos puesto lo necesario para competir. Las bajas no pueden ser excusa."
Toca semana de reflexión a todos los niveles del primer equipo y, por nuestra parte, rezar para que Apoño no se pierda más partidos en lo que resta de temporada.
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