La UD Las Palmas ha obtenido una merecida victoria ante uno de los mejores equipos de 1ª división, mostrando una solidez táctica y una madurez como colectivo que invita a soñar con cotas más altas. A tener de lo visto sobre el terreno de juego, el resultado se antoja corto, pero los castigos máximos en una área y en otra igualaron la contienda.
No hubo remontada bajo el diluvio, ni goleada para el recuerdo, ni gestos heroicos que recordar para contar a los futuros nietos, nada de eso hubo anoche, pero sin embargo, este partido se guardará en el recuerdo del aficionado amarillo con especial cariño. En el plano deportivo por la confirmación que tan sólo la competición te puede dar de la madurez del proyecto que comanda Paco Herrera y que, con hilos de sabiduría, mesura y la justa medida de ambición, han ido tejiendo Nico Rodríguez y Miguel Angel Ramírez.
Y por otro lado, en un plano sentimental, rayando la emoción y devoción sincera, el homenaje a los argentinos que formaron parte de la época dorada de la UD Las Palmas. Decir Wolff, Brindisi, Morete, Fernández o Carnevali es sinónimo de éxito y añoranza infinita por una etapa de nuestras vidas que los más jóvenes sólo la hemos vivido en el recuerdo de nuestros mayores pero que la sentimos como propia también. De ahí la pancarta de Ultra Naciente para el recuerdo: "Ustedes hicieron soñar a nuestros padres, hoy nosotros les damos las gracias".
En lo estrictamente deportivo la UD mostró un equipo con sabor a plan b pero pleno de matices del once de gala que compite semana tras semana en la Liga. Las titularidades de Culio, Aythami, Hernán y Javi Castellano en el once de Herrera aseguraban, no sólo la calidad, sino el nivel mínimo de competitividad y trabajo necesarios para enfrentarse a un rival que, si bien ellos sí presentaban un plan B más marcado, seguía acogiendo en sus once jugadores una propuesta de mucha calidad. El equipo amarillo supo morder desde el inicio, con una alta intensidad, buscando el arco celeste de forma veloz y vertical, disfrutando de las primeras aproximaciones.
Los jugadores del "Toto" Berizzo buscaron aplacar el ímpetu local amasando la pelota, rumiando la jugada, sabedores de una superioridad técnica general poco discutible a estas alturas. Y por ahí pecó el equipo gallego de excesiva confianza y de subestimar las cualidades de la UD. Como dijo Bobby Robson tras un partido contra Colombia siendo seleccionador inglés: "No los subestimamos, simplemente eran mucho mejores de lo que pensábamos". Algo similar reconoció el preparador del conjunto gallego en la rueda de prensa cuando reconoció que la UD tocaba mucho más la pelota que lo que se esperaba.
Los jugadores del "Toto" Berizzo buscaron aplacar el ímpetu local amasando la pelota, rumiando la jugada, sabedores de una superioridad técnica general poco discutible a estas alturas. Y por ahí pecó el equipo gallego de excesiva confianza y de subestimar las cualidades de la UD. Como dijo Bobby Robson tras un partido contra Colombia siendo seleccionador inglés: "No los subestimamos, simplemente eran mucho mejores de lo que pensábamos". Algo similar reconoció el preparador del conjunto gallego en la rueda de prensa cuando reconoció que la UD tocaba mucho más la pelota que lo que se esperaba.
Mediada la primera parte, Hernán pescó un balón rebotado en la frontal del área se interna en el flanco izquierdo de la zona de castigo celeste y empala un obús al ángulo con su zurda, imparable. Un golazo, el tercero de su cuenta personal en lo que va de temporada, que ponía a la UD por delante premiando la propuesta amarilla de ir a por el partido. Antes de este gol, la UD ya había disfrutado de alguna ocasión más en la testa de Cristian Fdez o en un disparo de Guzmán.
Tras el gol la UD cedió la iniciativa al conjunto gallego que sin premura y con mucha paciencia iba elaborando juego. Se fueron acercándose al área de Raúl Lizoaín, titular anoche, que tuvo que intervenir con algún apuro en algunos disparos, el más claro uno cruzado de Costas. Se llegaría al descanso tras una doble ocasión amarilla tras disparos de Guzmán rechazado por la defensa y un tiro de Culio que salió en paralelo a la línea de gol.
En la 2ª parte el Celta de Vigo tomó desde el inicio la manija del encuentro, poco a poco por acumulación de posesión, fueron disfrutando de ocasiones de gol que la defensa amarilla iba solventando con solvencia algunas y otras con bastantes apuros. Un claro penal de Sergi Gómez a Hernán, omnipresente toda la noche, supuso un oasis en una segunda parte más comprometida para los intereses amarillos. Culio se hizo cargo de lanzar la pena máxima, pero en una suerte de acelerado lanzamiento a lo Panenka, la pelota fue repelida por el larguero ahogando bajo la lluvia los gritos de gol.
A partir de ese instante se rompieron las libretas y los esquemas tácticos se volvieron aún más laxos con los cambios introducidos ( a destacar la entrada de Tana, tras un largo periodo lesionado), deviniendo el partido en un intercambio constantes de ocasiones. Sería el uruguayo Marcelo Silva quien, a saque de córner, pondría el 2-0 en el marcador a falta de 12 minutos del final.
Poco duró la alegría en la parroquia amarilla en la que los más optimistas ya hacían planes para visitar el Nuevo San Mamés. Una acción de Orellana dentro del área provocó el derribo de éste por Raul Lizoaín, pitando el árbitro penal en contra para los intereses amarillos. El penal fue convertido, por 2 veces, por Santi Mina de forma solvente con calidad. Poniendo en el marcador un 2-1 eventual que apagó la euforia que la lluvia no pudo contener. Tuvo Lizoaín la oportunidad de resarcirse del penal que cometió con una doble acción ante Charles que le quitó el gol cuando ya se daba por hecho al haber sido superado por éste. El partido languideció con alguna ocasión aislada que resultaron ser simples fuegos de artificio.
Poco duró la alegría en la parroquia amarilla en la que los más optimistas ya hacían planes para visitar el Nuevo San Mamés. Una acción de Orellana dentro del área provocó el derribo de éste por Raul Lizoaín, pitando el árbitro penal en contra para los intereses amarillos. El penal fue convertido, por 2 veces, por Santi Mina de forma solvente con calidad. Poniendo en el marcador un 2-1 eventual que apagó la euforia que la lluvia no pudo contener. Tuvo Lizoaín la oportunidad de resarcirse del penal que cometió con una doble acción ante Charles que le quitó el gol cuando ya se daba por hecho al haber sido superado por éste. El partido languideció con alguna ocasión aislada que resultaron ser simples fuegos de artificio.
Aunque el resultado sabe a corto debido al nivel de juego mostrado por el conjunto amarillo, y a pesar de la losa que supone haber encajado un gol en casa con el valor doble de éste en contra, la UD viajará a Vigo con la misma intención de anotar al menos un tanto en Balaídos para poder pasar a la siguiente ronda de Copa.
Foto Portada: Marcelo Silva salta para anotar su gol. ©UDLasPalmas.es
RESUMEN DEL PARTIDO
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