18 años después esta imagen se mantiene muy viva, casi a flor de piel en el imaginario de cualquier italiano. A pesar de salir "vincitore del campionato mondiale di calcio" en 2006 en Alemania. Han pasado casi 18 años de aquel tórrido y caluroso verano californiano de 1994 que caía a plomo sobre el césped del Estadio Rose Bowl de Pasadena (California).
Se predisponía a lanzar el penal definitivo Roberto Baggio, por aquel entonces, considerado el mejor jugador del mundo, tras un Maradona caído en desgracia nuevamente tras un positivo por efedrina en el mismo campeonato, y sin un sucesor claro opositor al puesto. El "fuoriclasse" nacido en Caldogno, se predisponía a lanzar un penal, tras él todo un país que deseaba festejar su gol, sobre él la presión de toda una nación que no quería ser testigos de su fallo que proclamaría campeona a Brasil.
"Il divino", con su imagen característica de coletas trenzadas anudadas y perilla, ferviente practicante del budismo, no podía fallar aquel penal. Se le presuponía por encima del bien y del mal, una persona fuera de lo común, por su carácter instrospectivo, a pesar de ser díscolo en algún momento de su carrera, y por la calma que la aportaba sus prácticas budistas.
Da varios pasos atrás, brazos caídos, suspiro al aire, carrera, pateo y el adidas Questra surca los aíres en busca de su galaxia muy por encima del arco defendido por Taffarel. Brasil estalla de alegría, Italia rompe a llorar, y sobre el césped queda impasible "Il Divino" mascullando su fallo, un Robbie Baggio triste pero pensativo, reflexivo.
Tardó un tiempo en recuperar su "karma" habitual, él más que nadie habría reflexionado sobre todas las consecuencias que traerían cualquiera de los desenlaces de aquel lanzamiento (aún antes de lanzarlo), pero aún así le costó remontar el vuelo. Tras una irregular temporada en la temporada siguiente al mundial, provocó la salida de la Juventus al AC Milan de Maldini, Baresi, Desailly, Boban, Savicevic y George Weah entre otros. 2 temporadas duró en San Siro para volar a Bologna, volver a Milan, para defender al Internazionale, para ya, en la parada definitiva recalar en Brescia donde volvería recuperar su mejor nivel a en el ocaso de su carrera. En el modesto club de la Lombardía llegaría a coincidir con Pep Guardiola, quizás en una de las mejores épocas de los "Biancoazzurri".
Unos años después de aquel fallo, el propio R.Baggio protagonizó un anuncio de Johnie Walker donde se recreaban los hechos de 1994, aportando su reflexión de los mismos. Y su travesía en el desierto, hasta que 4 años después, es capaz de volver a tirar un penal en contra de la selección de Chile en el Mundial de 1998.
Y se preguntarán: ¿Y todo esto a que viene? Pues un cantante italiano, Tiziano Ferro, auténtica debilidad musical de quien les escribe, que en su disco publicado en 2008 "Alla mia età", evoca en el videoclip de la canción que da nombre al disco la historia de aquel fatídico penal. Este cantautor, al que disfruto escuchándolo en su idioma natal, ha tenido una mayor presencia últimamente en los medios españoles por participar en el concurso televisivo de Telecinco "La Voz" como uno de los asesores de los aspirantes a cantantes. Aunque ya tiene una dilatada carrera musical en España, desde su debut hace 14 años.
Aquí les dejo el videoclip, en claro homenaje a Baggio, y la letra de la canción. Sin duda tanto el jugador como el cantante son auténticos artistas y poetas en sus profesiones. A los más jóvenes, que no disfrutaron de Baggio, sólo me queda invitarles a que busquen en Youtube, que indaguen e investiguen en la historia de un tipo muy grande, tanto dentro como fuera de la cancha.
Aquí tiene la letra en castellano.
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