Se revertió la sensación. Se esperaba mucho de este encuentro. Por un lado, una continuidad en el fútbol ofensivo que pudimos ver ante la Ponferradina y por otra un resultado que permitiese al club seguir luchando por los puestos de ascenso directo. Finalmente ni uno ni otro. Las Palmas pecó de indolencia durante gran parte del partido. Sólo al final de la primera parte y en los últimos 20 minutos de partido se vio un equipo comprometido en busca del gol. Por lo demás, un juego romo y sin la ambición que se le presume a un aspirante al ascenso. El hecho de salir derrotado contra un equipo que sólo remató una vez a puerta en todo el partido habla negativamente de una Unión Deportiva a la que se le escapan una y otra vez las oportunidades de puntuar a domicilio, factor este indispensable a la hora de gobernar una competición como la Liga Adelante.
¿Dónde esta el error? En honor a la verdad no todo lo visto en la noche de ayer fue negativo. Ortuño y Hernán cuajaron una buena actuación pero no estuvieron acompañados en la parcela ofensiva ni por Araujo, que estuvo desaparecido sobre todo en la segunda parte, ni mucho menos por Guzmán y Culio a los cuales parecía que les pesaba el balón en los pies. En la parcela defensiva el equipo casi no concedió ocasiones pero, una vez más, un error a la hora de proteger un corner costó muy caro a los amarillos, que ya no supieron remontar esta adversidad. El centro del campo casi no existió hasta la salida de Viera, buscando asíduamente los balones largos hacia el yeclano, que se fajaba bien entre los centrales pero no encontraba acompañamiento en sus acciones. Por tanto, se puede concluir que el equipo no encontró en ningún momento la coralidad necesaria entre todos sus miembros para poder alcanzar la victoria.
Jonathan Viera mejoró al equipo. Se echaba en falta en el campo alguien que quisiera el balón, que lo pidiera y lo distribuyese con criterio. En el banquillo habían dos jugadores que cumplían este requisito, uno saltó al campo dos minutos después del gol, Viera y el otro, Roque, ni siquiera tuvo la oportunidad. Tras la entrada en el terreno de juego del primero, el equipo llegó con más combinación al campo contrario. Los jugadores de la medular dieron un paso adelante y ya el juego de espaldas de Ortuño no se limitó a los balones aéreos. Quizás se echó en falta un jugador de estas características desde el principio ya que en el campo había velocidad con Guzmán, lucha con Culio , contención con Javi y Hernán y gol con Araujo y Ortuño, pero no había nadie con la pausa necesaria para meter un pase en profundidad o simplemente dar aire con un buen cambio de juego.
Jonathan Viera aporto toque al equipo tras el gol manchego |
No hay tiempo para las lamentaciones. La situación actual en la que queda el equipo no es buena, pero tampoco trágica. Con la reciente victoria del Betis, el liderato se aleja a seis puntos. Por tanto el objetivo primordial de la Unión Deportiva ha de ser escalar posiciones hasta llegar a la segunda plaza. Si el Sporting ganase hoy se alejaría hasta cuatro puntos pero una hipotética victoria en el encuentro frente al Girona de la semana que viene podría aupar al equipo hasta la tercera plaza y darnos el goal - average favorable frente a los catalanes. Con este panorama no cabe otro escenario que la unión entre la afición y el equipo para llenar el próximo domingo el Gran Canaria y llevar a los jugadores en volandas hacia la victoria. Todo aquel que prefiera seguir lamiéndose las heridas debe quedarse a un lado, puesto que esto todavía no ha acabado.
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