Ha vencido con claridad la UD Las Palmas al CD Tenerife en el partido de vuelta de la Copa Mahou disputado esta noche en el Gran Canaria ante 12.291 espectadores. Con dos goles de penal materializados por Momo, la UD se adjudica el torneo por un global de 4-0.
En un partido más táctico que el visto el pasado sábado ante el Marítimo portugués, la UD ha llevado la iniciativa ante un rival claramente inferior en argumentos y recursos futbolísticos. Incapaz de discutir la superioridad sobre el balón del equipo de Herrera, el conjunto de Álvaro Cervera se aplicó con excesiva dureza para un encuentro que, aunque derbi, no deja de ser una Copa estival patrocinada por una marca cervecera.
Sólo en los primeros instantes, los blanquiazules intentaron con cierta verticalidad buscar la contra a través de la irrupción por sorpresa a la espalda de la zaga amarilla. Así, de esta manera, Cámara fue el jugador más incisivo en los instantes iniciales, con algunas ocasiones que no supieron aprovechar ni Ifrán ni Maxi.
Poco tardó la UD Las Palmas en recoger el testigo y la iniciativa del encuentro, a través de largas posesiones pero siempre con velocidad, criterio y verticalidad. La UD ya no rumia las jugadas en una digestión sin fin que siempre caía pesada y poco productiva. Como si el arco contrario fuera un faro, la UD conoce y discurre por el camino más corto en busca del gol. Así con David Simón (que entró por un lesionado leve Christian Fdez) y Casaseca como principales estiletes.
Los dos goles amarillos llegaron de penal tras unas jugadas prácticamente calcadas, incorporaciones de la 2ª línea amarilla con ímpetu y exhalación a la que sólo pudieron cortar con métodos expeditivos la zaga visitante. Momo fue el encargo de materializar los dos penales que terminaron de sentenciar el encuentro y la Copa Mahou. Tras esto el CD Tenerife cayó en el juego rudo, violento y sucio por momentos, tanto Ifrán como Vitolo se encargaron de indignar al aficionado local con entradas a destiempo y duras. Aunque fue Suso, jugador emblema de este CD Tenerife, quien provocó la mayor ola de indignación de la noche con una durísima e innecesaria entrada a David Simón que le acarreó la tarjeta roja directa. No contento con su reprobable acción sobre el césped, de camino a los vestuarios tuvo a bien responder a los cánticos de Ultra Naciente.
La 2ª parte del encuentro, más allá de las polémicas, bajó en ritmo, ganando el trabajo de la medular sobre la chispa en ataque. Pasaban los minutos y el Tenerife, a pesar de estar con diez, intentó tímidos acercamientos al área de Raúl Lizoaín que atajaba sin peligro y con el reconocimiento de su afición. Otro canterano que debutó hoy ha sido Maikel, el espigado lateral zurdo se desempeñó con solvencia y descaro, atento al corte y con el suficiente arrojo para incorporarse en jugadas ofensivas.
Aunque bajo el protocolario marco de un encuentro amistoso, las dos claras victorias amarillas ante el eterno rival insuflan confianza en el conjunto amarillo e ilusión en sus aficionados. La UD Las Palmas demuestra una evolución notable respecto a sus últimas temporadas, demostrando una solidez, solvencia y verticalidad que se creían ajenas a este equipo. Aún con mucho margen de mejora, se confirma que esta UD Las Palmas se encuentra en un momento óptimo de maduración para afrontar el comienzo de la temporada.
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