OPINIÓN || VENDER A ARAUJO, LA CUADRATURA DEL CÍRCULO



La pasada temporada, Sergio Araujo hizo buenas las expectativas puestas en su fichaje y en pocas jornadas ya era centro de atención de distintos clubes que veían en el punta argentino una pieza apetecible. No había discurrido ni un tercio de campeonato y Miguel Ángel Ramírez se apresuró en confirmar la ejecución de la cláusula de compra reflejada en el contrato de cesión con Boca Juniors se ascendiera o no. El diez amarillo no perdió su cartel ni a pesar de la sequía goleadora que sufrió a mitad de campeonato. El ascenso ha puesto de nuevo en el escaparate a la UD Las Palmas y sus mejores valores, sobretodo al argentino.

Con una cláusula de 60 millones de euros (con el 80% de sus derechos) la UD Las Palmas tiene la sartén por el mango en cualquier tentativa de fichaje por parte de otros equipos. El propio Ramírez aseguró que el jugador no se vendería tras las noticias de diferentes clubes interesados, se llegó a hablar del Sevilla, del Olympiakos o del Galatasaray. En los últimas 48 horas se volvieron públicas las reuniones con una expedición del Palermo, el único club que ha puesto realmente sobre la mesa una oferta en firme. Una oferta insuficiente para la UD Las Palmas que marca una cifra cercana a los 20 millones de euros como punto de partida para negociar. Ahora, apuntan desde el entorno del club, que habría otro interesado que sí se acercaría a esa cifra: el Napoli de Aurelio de Laurentiis. Pero no hay nada en firme ni oficial, se han autoimpuesto una especie de "omertá" (sic) de puertas hacia afuera.

Donde radica la importancia del "asunto Araujo", más allá de la cortesía de recibir en tu casa al club interesado, es que la UD no tiene necesidad de fijar precios si no quiere realizar venta alguna. Aunque el jugador es pieza importante, sino capital, en el proyecto de permanencia, una alta cantidad de dinero haría replantearse la postura. Las negociaciones en un fichaje tiene un poco de ajedrez y mucho de tahúr. Ramírez aseguró tajantemente que no se pagaría nada por Jonathan Viera y el jugador acabó llegando por 900.000€ a pagar, eso sí, en cómodos plazos a su club de origen. 




Vender a Araujo es una medida impopular, con una masa social ya crispada por los precios en la campaña de abonos, y difícil de hacer entender para el aficionado medio, pasional y que sólo desea entender de rendimientos deportivos. Su venta sería una baja sensible en lo deportivo, pero si se logra la cantidad a la que parece aspirar la UD, bien invertida sería un espaldarazo institucional. 

Con Miguel Ángel Ramírez en la presidencia, la UD Las Palmas siempre se ha reconocido como un club vendedor, capaz de encontrar en los páramos futbolísticos joyas que luego deslumbran (Colunga, Rondón, Cejudo), rescatar jugadores que parecía perdidos (Trashorras, el propio Araujo) o de pulir diamantes en su semillero (Jonathan Viera y Vitolo). Pero el peso de la historia amarilla no languidece tras 13 años lejos de la Primera División, el aficionado es consciente que la permanencia es el único objetivo pero quiere lograrlo de la forma más plausible: con los goles de Araujo. 

Explicar a la masa social, en el caso de venta del jugador, la importancia para el club de la operación, es un ejercicio de funambulismo con triple mortal sobre un hilo de seda. El objetivo sería hacer entender que para crecer como entidad hay ocasiones que es necesario vender. En el pasado los traspasos permitieron la supervivencia, ahora sería para fortalecer al club en aspectos que van más allá de lo estrictamente deportivo. Invertir esa hipotética inyección en proyectos que den estabilidad y fortaleza a la institución y no malgastar en comprar medianías a precio de oro pecando de "nuevo rico".

Los casos más cercanos y elocuentes son el Sevilla o el Villarreal, capaces de vender sus mejores piezas temporada tras temporada sin perder un ápice su competitividad pero aportando al club de unas infraestructuras y una estabilidad que de otra forma es prácticamente imposible de conseguir. En Sevilla no duelen prendas vender a Carlos Bacca tras ser nuevamente bicampeones de la Europa League y con la participación en la próxima Champions.

Económicamente la UD se encuentra saneada, y más con los altos ingresos por abonos, la lluvia de nuevos patrocinadores que responden al reclamo de la máxima categoría y, por encima de todo, los derechos televisivos. No obstante, recibir una importante cantidad de dinero por un traspaso puede forzar a replantearse muchas cosas. 

Todas las fotos son ©UDLasPalmas.es
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